sábado, 1 de octubre de 2011

Construyendo un sueño



Muchas veces creemos que las cosas buenas no son para nosotros, que solo les pasan a otras personas. Pero yo aprendí que no es así. Aprendí que para que las cosas buenas lleguen a nuestra vida nosotros mismos tenemos que construirlas, con esfuerzo día a día.

Hoy yo puedo sentirme muy orgullosa cuando veo mis pequeños logros. Puedo mirar para atrás y verme allí parada en el punto de partida de este camino que decidí recorrer, puedo ver como despacio paso a paso fui avanzando, venciendo obstáculos. Puedo ver el miedo que en aquel momento tenía, pero puedo ver también que a lo largo de todo este camino tengo personas que me acompañan. No es fácil avanzar, pero se hace mas aliviado cuando lo haces con gente que te quiere. Mis padres y mis hermanos estuvieron siempre a mi lado apoyándome. Mi hija es el motor que me da fuerza cotidianamente y también están los amigos que me alientan en este camino.

Falta mucho todavía para llegar a la gran meta, pero con pequeños logros sigo hacia adelante. Lo digo porque contenta y orgullosa puedo contar que mis miedos se fueron, quedaron atrás, y además, ya voy logrando pequeños reconocimientos al esfuerzo por mis estudios, por tantas noches de poco dormir, por los momentos de investigación y con el apoyo permanente de mi gente querida que siempre me da una palabra de aliento. Sí, sí, ya tengo notas y son buenas!!!

Trabajo con niños en un jardin maternal y puedo decir que me muerden el corazón con sus monerías.

Hoy, quería compartir con ustedes todo esto que es un buen momento para mí, y decir que SI, las cosas buenas nos pueden pasar a todos, solo hay que esforzarnos para que pasen. Hay que abrir las alas del alma y dejar los sueños volar tan lejos donde uno quiera llegar, pero la única consigna es que del suelo tus pies no deben despegar, porque como dice el tío Juan de Radio Bumerang Argentina: uno sueña con la cabeza en las nubes, pero camina con los pies en la tierra. 


lunes, 1 de agosto de 2011

Caminado hacia un sueño


Hace un tiempo atrás tenía un sueño, una meta, un proyecto. Pero sé que no solo hay que soñar, no alcanza con eso, si no hay prenderse con uñas y dientes a este, y así luchar día a día para hacer que las cosas pasen.
Con el tiempo entendí que no hay de desesperarse, que cada paso adelante es una nueva etapa. Aprendí a disfrutar de cada momento, atesorarlo, y guardármelo en mi piel y en todo mi ser, porque eso hará que cada momento dure más y quede para siempre en mí.
Una vez me dijeron “Cada uno es arquitecto de su propio destino” y así lo creo, es por eso que día a día intento mejorar y ser  la mejor arquitecta para mi vida.
Hoy es un día importante para mí, hoy comienza una nueva etapa, y estoy lista para seguir adelante caminando hacia mi sueño, pero jamás olvidando, sé que no estoy sola, mucha gente a lo largo de este camino me acompaño y me acompaña, personas que quiero y me quieren. Están a mi lado dándome aliento cuando lo necesito, dándome una mano cuando las cosas se ponen más difíciles, y estoy segura que cuando llegue a mi meta estarán allí junto a mí. A estas personas les digo Gracias

martes, 10 de mayo de 2011

Los 100 años de la Escuela Parana Medio


El 11 de mayo la Escuela N° 6093 “Paraná Medio” cumple 100 años.
Esta escuela está situada en la localidad de Santa Rosa de Calchines, en la calle 1° de Mayo
Su historia comienza el 11 de mayo de 1911 y en sus comienzos funcionó como Escuela Nacional Nº 93 donde Vital Ruperto Andino fue su primer director hasta el año 1921. Luego le siguió Juan Guiñazú de 1921 a 1923.

Muchos han sido los directores, el personal docente y los alumnos que pasaron por esas aulas haciendo crecer  a la escuela con el paso del tiempo.

En sus inicios el establecimiento ocupó el edificio del Sr. Villanueva y como estaba muy próximo a la escuela fiscal N° 426, a comienzos de 1935 se trasladó al edificio del la familia Anconetani, en el año 1953 ocupo las instalaciones donde se construye hoy en día el hogar de ancianos. De allí en mas pasó a ocupar el edificio construido por la fundación Eva Perón en la calle 1° de Mayo 578, lugar donde se encuentra todavía la escuela.

En 1935 el Concejo Nacional de educación habilitó el primer comedor escolar que tuvo la institucion. En el año 1938 ante el aumento del alumnado se creó otra sección de grado, obteniendo así la Dirección libre. Pero se recuerda también que, en algunas ocasiones, la escuela se vio amenazada por una baja de matriculas y quiso ser “levantada”. Fue con la ayuda de los vecinos, del personal y de las autoridades del pueblo que se logró asegurar su continuidad.

En el año 1982 se la rebautiza con el nombre “PARANA MEDIO”, que cuenta con el padrinazgo empresarial de Aguas y Energía Eléctricas. En marzo de 1984 la escuela suma 276 alumnos y pasa estadísticamente a ser considerada de segunda categoría por el Ministerio de Educación.

El establecimiento siguió aumentado en cantidad de alumno y de personal, por lo cual en el año 2006 es recategorizada como escuela de primera categoría con una matrícula de 420 alumnos tal como se la conoce en la actualidad.